Revista Americana de Medicina Respiratoria - Volumen 23, Número 2 - Junio 2023

Obituario

Dr. Juan José Rodríguez Moncalvo (1956/2022)

Autor : Schiavi, Eduardo; Brea Folco, Javier; Arce, Santiago; Sívori, Martín

https://doi.org/10.56538/ramr.BFIX6339

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Conocí al Dr. Juan José Rodríguez Moncalvo (Juanjo para los amigos) cuando era residente de Clínica Médica del CEMIC y rotó por el Ferrer. Yo era Jefe de Clínica y estaba buscando una persona para desempeñar el cargo de Jefe de Residentes del Hospital. Quiso la casualidad que fuéramos juntos a un ateneo del CEMIC. En el viaje de vuelta al Ferrer, íbamos por el Obelisco y le pregunté: ¿Juanjo, querés ser Jefe de Residentes? Él me miró asombrado y me dijo con su habitual modestia: ¿Le parece (todavía no nos tuteábamos) que estoy en condiciones de ese desafío? Le dije que por supuesto que sí y aceptó. Nunca me arrepentí.

Así comenzó Juanjo una carrera brillante en el que fue el hospital de su vida sin dejar nunca de estar ligado a su querido CEMIC. Con el tiempo, fue médico de planta y llegó a ser Jefe del Laboratorio de Investigación Clínica y Experimental del Hospital María Ferrer. Este laboratorio había sido creado nada menos que por el Dr. Aquiles Roncoroni y fue siempre uno de los sectores del hospital que se distinguieron por estar a la vanguardia de la Neumonología.

Juanjo, a lo largo de su gestión, lideró la modernización del laboratorio incorporando nuevas técni­cas, como la prueba de ejercicio cardiopulmonar. Nunca escatimó esfuerzos para impulsar aquello que implicara una mejoría en las prestaciones de su laboratorio. Daba al hospital todos los argumentos para pelear por la incorporación de tecnología nueva frente a las restricciones presupuestarias que siempre enfrentamos como institución pública. Era muy obsesivo con la calibración y el uso correcto de los equi­pos. Esta virtud fue fundamental para que los resultados que obtenía fueran absolutamente precisos en un área donde la precisión es indispensable. Como jefe, siempre cuidó a su personal. Se esforzaba para que se capacitaran y, además, los contenía en el aspecto humano. De esta manera, siempre contó con la colaboración incondicional de la gente que componía su equipo de trabajo profesional y no profesional.

Fue también un buscador empedernido de nuevas ideas. Tuvimos incontables discusiones científicas donde pude admirar su capacidad de razonamiento y la originalidad que destilaba. A diferencia de otros Juanjo logró plasmar su pensamiento en líneas de investigación. Su trabajo en la industria farmacéu­tica le dio herramientas adicionales para conocer al detalle la confección de protocolos bien diseñados y la obtención de conclusiones correctas. Sabía trabajar en equipo y participó en múltiples trabajos multicéntricos e iniciativas docentes tanto en la AAMR como en la ALAT.

Por último, Juanjo no solo fue un excelente médico en su área, sino también un gran amigo y amante de su familia con el que compartimos innumerables momentos de ciencia y de vida. Nunca lo voy a olvidar en medio de una discusión de nuevas ideas en el hospital o compartiendo anécdotas y curiosidades de la vida cotidiana en un café o restaurant. Juanjo, ¡¡¡te fuiste demasiado pronto y te extrañamos muchísimo!!!

Eduardo Schiavi

Exdirector del Hospital María Ferrer, Buenos Aires

Expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR)

 

Juanjo, esta es probablemente la tarea que menos esperaba realizar en algún momento y para quien menos se me hubiera ocurrido hacerla.

Gracias por permitir cultivar nuestra amistad, por ser una persona generosa, sincera y desinteresada. Agradezco haber podido conocerte y también haber podido compartir momentos juntos entre viajes, cafés, trabajos y publicaciones. Gracias por ofrecernos tus conocimientos y permitirnos, así, crecer pro­fesionalmente y como persona; por ser un estímulo constante para el crecimiento de nuestra Sociedad y Sección, que nos enseñaste todo lo que podías, dejando a un lado muchas veces gran parte de tu tiempo personal con el fin de promover el conocimiento de calidad en fisiopatología y el laboratorio pulmonar.

Gracias también por permitirme conocer a tu linda familia, a quienes intentaremos ayudar a transitar tu ausencia y continuar con sus vidas, ofreciendo escucha y compañía.

Amigo, ¡sin duda te voy a extrañar!

Javier Brea Folco

Jefe del Laboratorio Pulmonar, Hospital de Clínicas, Universidad de Buenos Aires

Excoordinador de la Sección de Fisiopatología y Laboratorio Pulmonar de la AAMR

 

Siendo de una generación posterior a la suya, conocí a Juanjo, como tantos otros, durante mi rotación en el Hospital Ferrer en el año 2004. Por supuesto, él ya era Jefe del Laboratorio y me invitó a conocerlo y a hacerme una pletismografía, mi primer acceso a dicha práctica. A partir de ese momento, quedó para mí como uno de los principales referentes en el tema, a quien intentaba escuchar en cuanta disertación lo invitaban.

Con los años, nos cruzamos con asiduidad en reuniones científicas y sociales. La asimetría generacional inicial se fue suavizando y, del profesor, pude acceder a la persona. Obsesivo metodológico, amaba discutir y argumentar sobre la materia que nos ocupaba. Esas discusiones podían llegar a niveles de acaloramiento insospechados, a pesar de lo cual, nunca perdía su corrección e impecables modales. Dueño de un fino sentido del humor y una frondosa cultura general, era una excelente compañía en cenas y cafés.

Paradójicamente, mi mayor interacción y colaboración con Juanjo fue en el momento en que el mundo más separado estaba, la pandemia. Videollamadas mediante, nos reunía regularmente junto a otros colegas, a debatir y analizar la evidencia que habría de guiar la bioseguridad en la materia no solo en Argentina, sino en buena parte de la región.

Como a todos, la noticia de su fallecimiento me llegó una tarde de primavera. Habíamos hablado hacía pocos días y teníamos pendiente una cena con colegas. Quizás, para amigarnos discutiendo una vez más.

Santiago Arce

Jefe de Laboratorio de Función Pulmonar. Instituto de Investigaciones Médica A. Lanari, UBA.

Excoordinador de la Sección de Fisiopatología y Laboratorio Pulmonar de la AAMR

 

Juanjo querido… me acuerdo cuando era residente de Clínica Médica de mi hospital y fui a rotar al Ferrer, (rotación que robó mi vida profesional), te conocí y aprendí a admirar tu sabiduría y profundidad en el razonamiento, tan humilde y obsesivo… Era el invierno de 1988. Vos ya eras Jefe del Laboratorio de Investigación Clínica y Experimental del Hospital María Ferrer. Pasaron los años, y yo, ya neumonólogo, en 1999, te vi ser la columna fundacional, junto con otros queridos amigos, de la Sección de Fisiopatología de la AAMR. Con pasión, comenzaste la difusión a través de los cursos de capacitación a colegas y técnicos en el arte de la espirometría y del laboratorio pulmonar en los siguientes más de 20 años, junto con otros queridos amigos, en nuestro país y Latinoamérica. Siempre se destacaron tu obsesión por los detalles, tu profundidad en el conocimiento de todo lo relacionado con la funcionalidad respiratoria. En los primeros años del nuevo milenio, compartimos el curso MECOR de la ATS, y ahí entré en la más profunda y linda dimensión de la relación humana con vos. Ese tiempo sirvió de pretexto para conocer al ser humano detrás del médico. En estos últimos 15 años, siempre me regalaste sonrisas y tu amistad, cafecitos y tiempo para hablar de las cosas de la vida, y fui admirándote cada día más. Por eso, en estas palabras, además de agradecerte por tu gran aporte a la Neumonología en nuestro país, como una de las Piedras Fundacionales en nuestra AAMR y de la Sección de Fisiopatología y Laboratorio Pulmonar, quiero destacar tu incansable pasión por mejorar el conocimiento y compartirlo, pero por sobre todo al ser humano humilde, profundo, sereno y generoso que fuiste. ¡Hasta siempre Juanjo y gracias por todo lo que nos brindaste!

Martín Sivori

Jefe de Unidad Neumotisiología, Hospital Dr. Ramos Mejía, Buenos Aires

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Mujer joven con afectación pulmonar bilateral y alteración de la conciencia

Autores:

Churin Lisandro
Ibarrola Manuel

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