Autor : Leiva Agüero Sebastián, Larrateguy Luis, Coronel Mirta, Franceschini Carlos, Smurra Marcela, Nogueira Facundo, Martínez Fraga Alejandro, Borsini Eduardo
Coordinación del proyecto: Leiva Agüero Sebastián y Borsini Eduardo , Grupo de redacción: Leiva Agüero Sebastián y Borsini Eduardo, Grupo de revisión del manuscrito: Larrateguy Luis, Coronel Mirta y Franceschini Carlos, Comité Editorial: Nogueira Facundo, Smurra Marcela y Martínez Fraga Alejandro
Correspondencia : Dr. Sebastián Leiva Agüero: sleiventilacion@gmail.com - Hospital de Clínicas Virgen de Fátima. Universidad de La Rioja. Luis Vernet s/n, La Rioja, Argentina; (CP5300). TE: +5411-41955378 Dr. Eduardo Borsini: borsinieduardo@yahoo.com.ar - Hospital Británico. Perdriel 74, Laboratorio Pulmonar, 1° piso Buenos Aires, Argentina; (CP1280AEB). TE: +5411-43096400 Ext: 2808
Resumen
En el seno de la Sección de Sueño,
Oxigenoterapia y Asistencia Ventilatoria de la Asociación Argentina de Medicina
Respiratoria, se planteó el desarrollo de sugerencias para la exploración
respiratoria del paciente con obesidad y definiciones sobre el manejo perioperatorio en cirugía bariátrica
y procedimientos quirúrgicos electivos (cirugía no bariátrica).
Esta iniciativa se basó en la necesidad de contar con lineamientos adaptados a
la realidad local y discutida por expertos que se desempeñan en la realidad
coyuntural cotidiana de nuestro país.
La agenda se inició en agosto de 2020 en
un grupo de revisión de la bibliografía y redacción. Revisores de diferentes
provincias argentinas efectuaron una extensa valoración de la evidencia. Luego,
un comité editorial realizo una revisión crítica del documento. Finalmente,
todo el grupo debatió las sugerencias que se exponen como puntos clave.
Este documento exhorta a cirujanos y
clínicos a trabajar junto a especialistas respiratorios en la evaluación del
riesgo, definición de la aptitud operatoria y corrección de trastornos
funcionales y apneas del sueño.
La cirugía en individuos con obesidad y
la cirugía bariátrica, son procedimientos a los que
se arriba luego de una evaluación exhaustiva de la situación clínica y
funcional. La tarea multidisciplinaria y el tratamiento de las anormalidades
detectadas pueden disminuir los riesgos perioperatorios.
Pacientes con obesidad que requieren
cirugía electiva con anestesia general deben ser evaluados mediante pruebas
objetivas para confirmar la presencia de apneas del sueño y estar adecuadamente
tratados con CPAP.
Palabras clave: Obesidad; Cirugía bariátrica;
Tratamiento con CPAP; Función pulmonar; Apnea obstructiva del sueño
Abstract
Within the Sleep, Oxygen Therapy and Ventilatory
Assistance Section of the Argentine Association of Respiratory Medicine, we development
of recommendations for the respiratory exploration of patients with obesity and
definitions on perioperative management in bariatric surgery and elective
surgical procedures (surgery non bariatric). This initiative was based on the
need to have guidelines adapted to the local reality and discussed by experts
who work in the daily conjunctural reality of our
country.
The schedule was started in August 2020 in a literature review group.
Reviewers from different Argentine provinces carried out an extensive
assessment of the evidence. Then, an editorial committee performed a critical
review of the document. Finally, the whole group discussed the suggestions that
are presented as key points.
This document encourages surgeons and clinicians to work close to
respiratory specialists in assessing risk, defining operative competence, and
revise functional disorders and sleep apnea.
Surgery in obese individuals and bariatric surgery are procedures that
are reached after a detailed evaluation about clinical and functional
situation. The multidisciplinary team and the treatment of detected
abnormalities can reduce perioperative risks.
Obese patients who require elective surgery with general anesthesia
should be evaluated by objective tests to confirm the presence of sleep apnea
and be adequately treated with CPAP.
Key words: Obesity; Bariatric surgery; CPAP treatment; Pulmonary
function; Obstructive sleep apnea
Abreviaturas
AACE (American Association
of Clinical Endocrinologists)
Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos; sigla en inglés.
AOS Apneas Obstructivas del Sueño.
ASA score (American Society of Anesthesiologist checklist), Sociedad Americana de Anestesiología, sigla en
inglés.
AAMR Asociación Argentina de Medicina
Respiratoria.
ASMBS (American Society
for Metabolic & Bariatric Surgery), Sociedad
Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica; sigla
en inglés.
TOS (The Obesity Society), Sociedad de
obesidad, sigla en inglés.
CB Cirugía bariátrica.
CO2 Dióxido
de carbono.
CPAP (Continuous
positive airway pressure),
presión positiva en las vías aéreas; sigla en inglés.
CPT Capacidad pulmonar total.
CRF Capacidad residual funcional.
CSB Cuestionario STOP-BANG, sigla en
inglés.
CVF Capacidad vital forzada.
DLCO (Diffusing
Capacity of Carbon Monoxide), difusión de monóxido de carbono; sigla en
inglés.
ENFR Encuesta Nacional de Factores de
Riesgo.
ENNyS-2 Segunda Encuesta Nacional de
Nutrición y Salud
EPOC Enfermedad pulmonar obstructiva
crónica.
ESS (Epworth Sleepiness Scale), escala de
somnolencia subjetiva de Epworth, sigla en inglés.
HCO3- Bicarbonato
sérico.
IAH Índice de apneas e hipoapneas.
IDO índice de desaturaciones
por hora.
IMC Índice de masa corporal.
OMS Organización Mundial de la Salud.
PaCO2 Presión
arterial de dióxido de carbono
Pemax Presión espiratoria máxima.
Pimax Presión inspiratoria máxima.
PR Poligrafía respiratoria.
Ev/h eventos por hora.
PSG Polisomnografía.
SOH Síndrome de obesidad e
hipoventilación.
SDQ (Sleep disorder questionnaire),
cuestionario de desórdenes del sueño, sigla en inglés.
T90 Tiempo de saturación debajo de 90%.
VAS Vía aérea superior.
VEF1 Volumen espiratorio forzado en el
primer segundo.
VMNI Ventilación mecánica no invasiva.
VO2 Consumo
de oxígeno en reposo.
VR Volumen residual.
VRE Volumen de reserva espiratorio.
Introducción
Los problemas vinculados al exceso de
peso constituyen uno de los principales desafíos para la salud pública del
siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula un billón de
personas alrededor del mundo padece sobrepeso y la prevalencia de obesidad en
países occidentales supera el 20%, con una inquietante tendencia incremental1.
La obesidad en adultos es uno de los
factores determinantes que explican el crecimiento de la morbilidad y mortalidad
cardiovascular y se estima que causa más de 4 millones de muertes al año en el
mundo2.
La última Encuesta Nacional de Factores
de Riesgo (ENFR) del 2019 muestra un alarmante aumento sostenido respecto sus
ediciones anteriores, registrando un 33,7% de sobrepeso y un 32.4% de obesidad
en la población adulta de Argentina2, 3.
Por lo tanto, y según datos oficiales, más de la mitad de la población de
Argentina (66,1%) tiene exceso de peso en algún grado2.
La Segunda Encuesta Nacional de Nutrición
y Salud (ENNyS-2) obtuvo valores de sobrepeso en la población adulta del 34%
con mayor prevalencia de sobrepeso en los varones (37,5%) con respecto a las
mujeres (31,1%). Además, expuso que el grupo de menor nivel educativo tuvo una
prevalencia de obesidad 1,4 veces mayor que el segmento educativo más alto
(39,8% vs 28,3%)4.
Obesidad y función pulmonar
En la obesidad, las propiedades mecánicas
de los pulmones y la pared torácica se alteran por los depósitos de grasa en el
mediastino y en la cavidad abdominal, que resultan en una disminución de la
distensibilidad toracopulmonar. Las presiones intraabdominal y pleural aumentan, por lo cual el
movimiento hacia abajo del diafragma y el retroceso de la pared torácica hacia
afuera se restringen alterando el patrón respiratorio y condicionando una
reducción del volumen de reserva espiratorio (VRE) y la capacidad residual
funcional (CRF). Los volúmenes pulmonares estáticos como la capacidad pulmonar
total (CPT) y el volumen residual (VR), pueden encontrarse levemente
disminuidos, al igual que medidas dinámicas de función pulmonar como el volumen
espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1) y la capacidad vital forzada
(CVF). El volumen corriente también es menor en pacientes con obesidad, aunque
el aumento de la frecuencia respiratoria compensa el patrón de respiración
superficial. La distribución de la grasa a predominio abdominal (androide) es
un factor de riesgo de disminución del VEF1 y CVF independiente del IMC5.
La reducción de los volúmenes pulmonares,
el aumento del volumen sanguíneo pulmonar y colapso alveolar por cierre de la
pequeña vía aérea contribuyen a la disminución de la distensibilidad pulmonar,
que según las revisiones sería el principal causante de la diminución de la
distensibilidad del aparato respiratorio en estos pacientes6, 7.
Las presiones bucales máximas (presión
inspiratoria [Pimax] y espiratoria máxima [Pemax]) son en general normales, pero pueden encontrarse
disminuidas en la obesidad grave. Un comportamiento similar suele observarse en
la resistencia de los músculos respiratorios, que se ve alterada en la obesidad
extrema8.
Como consecuencia de estas anomalías el
trabajo ventilatorio se incrementa, de manera que en los pacientes con obesidad
mórbida (índice de masa corporal [IMC] > 40 kg/m2) el consumo de oxígeno en reposo (VO2) puede alcanzar
hasta el 16% de la VO2 total,
mientras que no excede el 3-5% en no obesos9, 10.
Por otra parte, en los pacientes con
obesidad existen anomalías del control de la ventilación que favorecen la
retención de dióxido de carbono (CO2)
durante el sueño e inclusive durante la vigilia, como ocurre en la
hipoventilación alveolar central de pacientes con obesidad8, 10.
Otras dos entidades, la Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y las Apneas Obstructivas del Sueño (AOS),
frecuentemente presentes en obesos, pueden agravar la hipoventilación alveolar
diurna y nocturna
Diferentes estudios han detectado la existencia
de una asociación entre el índice de masa corporal (IMC) basal y el posterior
desarrollo de asma, concluyendo que la obesidad es la principal comorbilidad
asociada a esta enfermedad11,
12.
La asociación de asma y obesidad son
consideradas un fenotipo particular, con características clínicas, biológicas y
funcionales propias13,
14.
Al igual que la obesidad, la EPOC
incrementa el trabajo ventilatorio, modifica la mecánica respiratoria y
disminuye la eficiencia de los músculos respiratorios. La coexistencia de ambas
condiciones contribuye a la hipercapnia. Adicionalmente, la coexistencia de
estas anormalidades con apneas del sueño ha sido denominada por algunos autores
como: “triple O” (Obstructive, Obstruction,
Obesity), con mayor riesgo de requerir soporte
ventilatorio ante injurias variadas15.
Puntos clave
– La obesidad condiciona una
disminución en la distensibilidad del sistema respiratorio, un descenso de
volúmenes pulmonares, una afectación de la permeabilidad de la vía aérea
superior y de la capacidad de oxigenación y depuración de la CO2.
– La coexistencia de enfermedades
pulmonares crónicas puede agravar las alteraciones vinculadas a la obesidad y
viceversa.
Evaluación básica de la función pulmonar en el
paciente con obesidad
La espirometría
es una técnica sencilla, no invasiva y de bajo costo, que permite una
aproximación rápida al conocimiento de la función pulmonar. Sus alteraciones se
han correlacionado con complicaciones postoperatorias en casos de cirugía bariátrica (CB) y no bariátrica
en pacientes con obesidad y comorbilidades16-18. Es la técnica básica que se recomienda
en el paciente obeso para la evaluación del riesgo según la magnitud de la
limitación funcional10,
19. Los pacientes evaluados para cirugía (aún asintomáticos),
deben tener un estudio espirométrico aceptable y
reproducible en los últimos 3 meses con una adecuada interpretación clínica20-22.
Cualquier alteración de las pruebas
funcionales debe ser interpretada por un neumonólogo
y recibir el tratamiento acorde al diagnóstico final (según la normativa
vigente actualizada para la mejor práctica clínica) antes de ser aceptado para
cirugía, fundamentalmente en CB21,
23, 24. Todos los hallazgos y tratamientos instituidos
deben ser adecuadamente consignados en la historia clínica.
Los volúmenes pulmonares y la difusión de
monóxido de carbono (DLCO) no forman parte de la evaluación rutinaria de los
candidatos a CB, aunque en casos seleccionados podrá recurrirse a este tipo de
estudios según criterio del médico especialista cuando la espirometría
no ofrezca información concluyente (tabaquistas, antecedentes de resección
pulmonar, coexistencia con enfermedades ocupacionales, EPOC con VEF1 < 50%,
fibrosis pulmonar, compromiso funcional severo por otra causa, etc.).
En circunstancias específicas,
dependiendo del criterio del médico especialista que evalúe el caso, puede ser
necesario incluso adicionar otras pruebas tales como presiones bucales máximas,
espirometría sentado-acostado o un test de ejercicio cardio-pulmonar con consumo de oxígeno.
La determinación de gases en sangre
arterial (punción arterial y estado ácido-base) no forma parte de la rutina en
la evaluación preoperatoria del paciente obeso. Sin embargo, se sugieren
contemplar en las condiciones detalladas en la Tabla 1.
La identificación de hipercapnia en
vigilia constituye un indicador de la presencia del Síndrome de obesidad e
hipoventilación (SOH); definido como la combinación de obesidad (IMC > 30
kg/m2)
e hipercapnia diurna (PaCO2 >
45 mmHg) en ausencia de causas concurrentes10, 25. Esta es
una condición de alto riesgo que no representa una contraindicación absoluta
para la CB per se, pero obliga a un manejo cuidadoso, considerando el soporte
ventilatorio no invasivo en el perioperatorio ya que
la mitad de los casos de SOH se diagnostican durante un episodio de fracaso
ventilatorio26-28.
Las características clínicas que deberían
hacer sospechar SOH son; la obesidad severa, disnea, nicturia,
edema de las extremidades inferiores, somnolencia diurna excesiva, fatiga,
ronquidos de alta intensidad, apneas presenciadas, así como una oximetría de
pulso (SpO2)
< 92% durante la vigilia y / o hipoxemia
significativa durante el sueño (SpO2 < 90%). Valores
elevados de bicarbonato sérico (HCO3-)
venoso hacen sospechar hipoventilación y SOH. Ante el hallazgo de ≥ 27 mmol/l se sugiere una determinación de gases arteriales
para verificar el valor de PaCO225.
Puntos clave
– Es prudente que los pacientes con
obesidad evaluados para procedimientos quirúrgicos con anestesia general
realicen una espirometría aceptable y reproducible en
los últimos 3 meses con una adecuada interpretación clínica.
– Toda alteración funcional debe recibir
el tratamiento acorde con el diagnóstico etiológico, antes de cualquier cirugía
electiva.
– Otras pruebas funcionales no se
consideran de rutina, aunque son auxiliares del diagnóstico cuando los patrones
espirométricos son anormales o existe sospecha
clínica de enfermedades que comprometen la función pulmonar.
– La pesquisa de SOH se recomienda a
través de la sospecha clínica y valores gasométricos.
Trastornos respiratorios del sueño en pacientes
con obesidad
La AOS es un problema de salud pública
por su elevada prevalencia y por el aumento de la morbi-mortalidad
que ocasiona29,
30. Su prevalencia en la población general oscila entre el
9% y el 38%31-33,
situándose cerca del 28% en América Latina34, haciendo necesarias estrategias prácticas
para casi un billón de afectados en el mundo35.
En población quirúrgica, la AOS es
significativamente más prevalentes que en la población general y 6 de cada 10
pacientes candidatos a cirugía bariátrica tienen
apneas del sueño definida por un IAH > 10 ev/h29, 31, 36, 37.
Akram Khan y cols, en Pittsburgh, llevaron adelante el estudio LABS-2
(evaluación de adultos candidatos a cirugía bariátrica)
y en 693 pacientes con polisomnografia (PSG)
preoperatoria hallando una prevalencia de IAH > 5 ev/h
del 80,7%38.
El diagnóstico de AOS se confirma
convencionalmente mediante una PSG, aunque se acepta como válido el diagnóstico
mediante una poligrafía respiratoria (PR) en poblaciones con probabilidad
clínica moderada o alta32,
39.
Casi la mitad de los pacientes con AOS en
evaluación para CB reúnen criterios para tratamiento con presión positiva en
las vías aéreas (CPAP)40-42 debido a la severidad
del trastorno y a las comorbilidades con las que se asocia38.
Los pacientes con AOS tienen riesgo de
complicaciones respiratorias y cardiovasculares en relación a cirugías que
requieren anestesia general, sedación y/o analgesia, en forma directamente
proporcional a la severidad por IAH y al grado de hipoxemia37, 43, 44.
Los factores que pueden contribuir al aumento del riesgo operatorio en obesos
se detallan en la Tabla 2. Dos metaanálisis y
una revisión sistemática de 63 publicaciones basadas en 413 576 pacientes con
AOS y 8 557 044 controles, confirmaron una mayor incidencia de desaturaciones de oxígeno en el postoperatorio, eventos
cardíacos e insuficiencia respiratoria en presencia de apneas del sueño45.
Estas complicaciones incluyen: hipoxia, hipercapnia, neumonía, atelectasias,
broncoespasmo, dificultad respiratoria aguda, edema pulmonar y la necesidad de
ventilación no invasiva y/o intubación45, 46.
En pacientes con elevada sospecha clínica
de apneas del sueño y que deban ser sometidos a cirugías electivas, existen
recomendaciones para la realización de un estudio de sueño que confirme el
diagnóstico, determine el grado de severidad y la necesidad de tratamiento con
CPAP u otras terapias específicas37, 38. Si no fuese posible un
estudio de sueño (cirugía no electiva) los pacientes con diagnóstico clínico
presuntivo deben ser manejados con las mismas precauciones postoperatorias que
los pacientes con AOS confirmado39, 44.
Un aspecto relevante del problema es que,
a pesar de conocerse esta asociación, frecuentemente numerosos pacientes
candidatos en programas de cirugía bariátrica no son
diagnosticados ni reciben tratamiento antes de la cirugía43, 47, 48.
Debido a la magnitud del problema, se han
diseñado cuestionarios y modelos de predicción de AOS con la intención de
priorizar los pacientes para una prueba de sueño que confirmará el diagnóstico39,
49.
El cuestionario de Berlín49, ampliamente
usado en la población general como método tamiz, supone alto riesgo con IMC
> 30 kg/m2 y por ello muestra escasa utilidad práctica en CB,
donde los candidatos tendrán riesgo elevado de padecer apneas del sueño (>
30% de probabilidad estadística de padecer un IAH > 10 ev/h
por hora).
Las unidades que trabajan con pacientes
candidatos a CB utilizan mediciones antropométricas. Las más estudiadas como
factores de riesgo para AOS serían: el IMC, la circunferencia del cuello y el
diámetro de cintura50. Borsini y Cols., en
81 pacientes candidatos a CB no hallaron correlación entre el índice de
cintura-cadera (ICC) y diámetro sagital (DS) con la probabilidad de AOS,
atribuible a la elevada prevalencia de IAH > 15 ev/h
(55% de los obesos)51.
El cuestionario STOP-BANG (CSB) descripto
por Chung, fue validado para el cribado de AOS en
población quirúrgica. Consta de 8 preguntas, con una sensibilidad del 93 al
100% y una especificidad del 43%52, 53. Borsini
et al., estudiaron la utilidad de CSB con PR y demostraron que la mejor
relación sensibilidad (S) y especificidad (E) para la identificación de AOS se
obtuvo con tres componentes de STOP en cualquier combinación posible (S: 52,9%;
E: 60.0%) o dos componentes de BANG (S: 79,0% – E: 43,7%). Cinco componentes
CSB (cualquier combinación) alcanzaron sensibilidad de 60,7% y especificidad
de 65%46, 53,
área bajo la curca ROC de 0,7654,
55 permitiendo
priorizar individuos de riesgo.
Sin embargo, la metodología empleada para
el diagnóstico o el tipo de población pueden modificar la predicción del
cuestionario, como lo han propuesto Silva56, usando PSG domiciliaria, quien comunico que
el desempeño de CSB difiere del trabajo de validación original o Glazer notificando limitada eficacia de predicción de CSB y
Berlín, utilizando PSG en obesos candidatos a cirugía bariátrica57, 58. En esa misma línea también se han
descripto diferencias del desempeño según el género, remarcando mejor
predicción de los cuestionarios en las mujeres59.
En un metaanálisis,
Ramachandran y Josephs
compararon instrumentos multiparamétricos para
identificar pacientes con apneas del sueño, concluyendo que Berlín y CSB fueron
más eficaces60.
Abrishami y cols., arriban a conclusiones similares,
destacando que es posible que el uso concomitante de más de una herramienta de
predicción mejore los resultados61.
Independientemente de la predicción
previa a la realización de un estudio de sueño, las guías prácticas de la Asociación
Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) sugieren que los pacientes candidatos
a CB deben ser evaluados para descartar AOS y SOH mediante una prueba objetiva
(estudio de sueño)39,62.
Los candidatos deberían tener siempre una
evaluación con radiografía (Rx) de tórax, espirometría y cribado estandarizado para AOS49, 63, 64. Valores
elevados de bicarbonato venoso hacen sospechar hipoventilación y SOH. Ante el
hallazgo de 27 mmol/l
se sugiere una determinación de gases arteriales para medir la PaCO25, 54, 65.
En el mismo sentido, las guías de la American Association
of Clinical Endocrinologists
(AACE), The Obesity Society (TOS) y la American Society
for Metabolic & Bariatric Surgery (ASMBS)
recomiendan la pesquisa de AOS mediante un estudio de sueño de adecuada
calidad, en candidatos a cirugía bariátrica y el uso
de CPAP en el período preoperatorio66.
En EE.UU. la tasa de indicación de CPAP
es del orden del 40% de los pacientes a quienes se realizó PSG preoperatoria38, 67. Datos
de nuestro país han comunicado una tasa de prescripción de CPAP previo a CB de
35,8% en el 201551.
Puntos clave
- Teniendo en cuenta que la AOS es
altamente prevalente en candidatos a CB, que los cuestionarios de sueño tienen
poca exactitud, se recomienda realizar un estudio de sueño (PSG o PR) como
parte de la evaluación prequirúrgica, y determinar la
necesidad de tratamiento con CPAP u otras terapias específicas”.
Protocolo básico de actuación clínica
La CB es un tratamiento con alta eficacia
para la obesidad grave, ya que reduce la mortalidad por todas las causas,
mejora la expectativa de vida y la calidad de vida, impactando sobre las
comorbilidades (diabetes tipo 2, hipertensión arterial, AOS, esteatosis
hepática, etc.)68,
69, 70.
La CB se realiza como un tratamiento a
largo plazo para obesidad mórbida (IMC > a 40 kg/m2) o IMC > de 35 kg/m2 en
combinación con comorbilidades relacionadas. En la actualidad, se realizan
alrededor de 500.000 procedimientos en todo el mundo y su número continúa
creciendo71.
Una pérdida de peso de 10% o mayor puede
mejorar las apneas del sueño según el IAH72, 73. Estudios clínicos que evalúan la
eficacia de la CB han demostrado eficacia para mejorar la sintomatología y las
puntuaciones de IAH en pacientes con AOS74-76.
La evaluación de riesgo respiratorio en
el marco de la evaluación del riesgo operatorio para CB debe ser mandatoria y sistemática39, 45, 46, 66, 68, 77-79.
Los pacientes que padezcan insuficiencia
respiratoria diurna, insuficiencia cardiaca, apneas del sueño previamente
diagnosticada o bien que usen oxigeno suplementario o algún tipo de dispositivo
de ventilación deberán estar en seguimiento por médicos con formación y
experiencia en el manejo de la patología respiratoria, constatándose la
corrección de los trastornos.
El paciente con AOS con CPAP deberá
utilizar su propio dispositivo tras la intervención y esta terapia será
aplicada en el postoperatorio inmediato y en todo el periodo perioperatorio. Sin embargo, en pacientes con un nivel de
cumplimiento de CPAP inadecuado o que presentan efectos secundarios deberán ser
evaluados por el especialista de sueño para identificar y solucionar las causas
de intolerancia.
Si el paciente acude con estudios de
sueño realizados con anterioridad, estos pueden aceptarse como válidos si su
vigencia es < 3 meses y han sido revisados por un especialista para
verificar que cumplan criterios de reproducibilidad, aceptabilidad y calidad
del informe80.
La Figura 1 sintetiza el algoritmo
de manejo inicial de la evaluación del riesgo respiratorio en CB.
Puntos clave
– La evaluación de riesgo respiratorio
en el marco de la evaluación del riesgo operatorio en CB debe ser mandatoria y sistemática.
– Los pacientes que padezcan
insuficiencia respiratoria diurna deberán estar en seguimiento y su aptitud se
decidirá de manera individualizada.
– El paciente con AOS e indicación de
CPAP, deberá utilizar el tratamiento antes de la intervención en todo el
periodo perioperatorio.
Manejo perioperatorio
Preoperatorio
Es recomendable identificar situaciones
que podrían favorecer la aparición de complicaciones respiratorias en el perioperatorio y factores predictores de vía aérea de
difícil manejo; Mallampati III/IV, obesidad mórbida,
portadores de enfermedades neuromusculares, síndrome de obesidad e
hipoventilación, apneas del sueño, comorbilidades cardiovasculares y otras
enfermedades respiratorias crónicas que impactan en la obesidad (asma, EPOC,
fibrosis pulmonar, etc.)13,
14, 81, 82. Considerar siempre el protocolo de manejo de
vía aérea dificultosa incluyendo la intubación asistida por endoscopia.
Adicionalmente, se sugerirá la
cesación-tabáquica como mínimo 6 semanas antes de la cirugía y en el
postoperatorio dado el mayor riesgo de retraso en la cicatrización y úlcera
anastomótica78.
Cuando el diagnóstico de apneas del sueño
está confirmado, se debe iniciar el tratamiento en el período preoperatorio38, 83. Es
importante que la AOS reciba adecuado tratamiento al menos 2-4 semanas antes de
la fecha prevista de cirugía para resolver la respuesta inflamatoria y el
riesgo cardio-metabólico. Esta instancia deberá ir
seguida de adecuado monitoreo objetivo (monitoreo del cumplimiento y de la
eficacia de la CPAP mediante tarjeta de memoria o vigilancia remota)84, 85.
En el manejo preoperatorio es aconsejable
la preoxigenación al 100% antes de la inducción
anestésica y elegir agentes anestésicos y bloqueantes musculares (en caso de
ser necesarios) fácilmente reversibles, prefiriéndose los de acción corta86, 87.
Se deben maximizar los esfuerzos para
controlar el riesgo de reflujo gastroesofágico y de broncoaspiración7.
El diámetro traqueal se reduce con el
aumento del IMC88.
Debe optimizarse la permeabilidad de la vía aérea, con la posición en Trendelemburg invertido (elevar la cabeza y parte superior
del tórax 20 a 30° por arriba del plano horizontal) ya que optimiza la
oxigenación87,
89, 90. Durante la inducción anestésica de pacientes
con AOS el uso de CPAP puede usarse para mantener la capacidad residual
funcional y reducir el tiempo de desaturación79.
Intraoperatorio
La sociedad americana de anestesia y
medicina del sueño han publicado durante el 2018 las guías de manejo intraoperatorio del paciente con AOS. El procedimiento
anestésico va a estar determinado por el tipo de cirugía y las necesidades de
analgesia91.
En términos generales se debe seleccionar la técnica anestésica que permita
minimizar o evitar el uso de depresores respiratorios de efecto prolongado.
El Propofol
presenta un efecto en la permeabilidad de la vía aérea superior (VAS) dosis
dependiente, con disminución del tono muscular y del diámetro anteroposterior
de la VAS. El uso de capnografía durante la sedación,
disminuye la incidencia de complicaciones respiratorias91.
La Dexmedetomidina
es un agonista α2 cuyo efecto sobre la VAS es mínimo. Este agente induce
sueño no REM sin depresión respiratoria por lo que podría valorarse en función
de las comorbilidades del paciente. No obstante, no hay evidencia suficiente
para sugerir su uso sistemático en pacientes con AOS. La Ketamina,
antagonista del receptor N-metil-D-Aspartato, tiene un efecto favorable sobre la colapsabilidad de la VAS, siendo otra buena alternativa92.
Los pacientes con AOS son sensibles a los
efectos depresores de sedantes y opiáceos, lo cual puede ser controlado por la
aplicación de bajas dosis de drogas de acción corta, además de tener siempre
disponibles agentes que reviertan su acción67. Los benzodiacepinas son fármacos que deben
evitarse, incluso como premedicación, debido a su
capacidad de inhibir el centro respiratorio, a su efecto relajante muscular y a
su vida media larga. Las fasciculaciones asociadas a
relajantes despolarizantes pueden aumentan el consumo
de oxígeno86.
Se recomienda monitoreo continuo de la
oxigenación por oximetría, e idealmente de la ventilación con capnografía, restringiendo el aporte excesivo de fluidos ya
que agravan el edema en la vía aérea93.
Postoperatorio
La extubación
se decidirá cuando la ventilación espontánea y la oxigenación sean adecuadas,
con el paciente semisentado, controlando que los
reflejos de la VAS estén conservados y efectos de bloqueantes neuromusculares
revertidos79.
En los pacientes con obesidad las atelectasias postoperatorias persisten
durante más tiempo, por lo que debe considerarse el riesgo de hipoxemia94. Algunos
estudios sugieren que el riesgo de complicaciones es mayor en varones95, > 50 años
y con IMC ≥ 60 kg/m2.
El monitoreo postoperatorio debería
llevarse a cabo al menos en una sala de recuperación post anestésica con pulsioximetría continua96, 97, e idealmente en unidades con mayor
capacidad de monitoreo98,
99, 100.
En aquellos pacientes que requieren O2 suplementario
debido a comorbilidades respiratorias debe monitorizarse la ventilación con capnografía o estado ácido base con gases arteriales en el
postoperatorio inmediato78.
Es recomendable que los pacientes adopten la posición semisentada
en el postoperatorio para reducir la hipoxemia postoperatoria, la disfunción
diafragmática y los eventos obstructivos101, 102. Esto se fundamenta en que el decúbito
supino genera mayor caída de la CRF, más hipoxemia y mayor frecuencia de
apneas/hipopneas obstructivas101, 102. Por otro lado, se ha documentado
disfunción diafragmática en el postoperatorio de cirugía abdominal y cirugía
torácica103.
En pacientes con AOS, la administración
de O2 sin CPAP mejora la
oximetría, pero puede agravar la retención de CO2 y
disminuir los microdespertares protectores, por lo
que debe administrarse el menor flujo que mantenga una adecuada saturación y
controlarse el patrón ventilatorio, el sensorio y los niveles de CO2104-106.
En el postoperatorio, la hipoventilación
con hipoxemia e hipercapnia no son infrecuentes debido a efecto residual de
drogas anestésicas, atelectasias y dolor, razón por la cual debe considerase la
instauración de CPAP. Cuando sea necesario, también se puede considerar adicionar
oxígeno25, 68, 77-79.
Adicionalmente, se recomienda el uso de CPAP en los pacientes con uso previo
del dispositivo o en aquellos pacientes en los que se documenten eventos
obstructivos en la unidad de recuperación104, 105, 106.
La CPAP en el postoperatorio inmediato ha
demostrado ser segura, sin incremento en la incidencia de fístulas o
dehiscencias (no tiene riesgo de alterar la integridad de la anastomosis ni la
circulación local peri-anastomótica)107-110. En casos de retención de CO2 se debe contemplar la implementación de VMNI25, 37, 68, 77-79, 107.
Para el control del dolor postoperatorio
se pueden combinar técnicas loco-regionales (infiltración, analgesia
epidural y bloqueo de nervios periféricos) con fármacos de diferente blanco
terapéutico; paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos o ketamina, intentando disminuir necesidad de opiáceos67, 79, 101.
La mayoría de los pacientes con AOS (80%)
muestran mejoría con la pérdida de peso112, 113. Estudios prospectivos describen que
en al menos tres cuartas partes de los pacientes con IAH preoperatorio ≥
15 ev/h, podría reducirse por debajo de este punto
durante el seguimiento. Alrededor del 75% de los pacientes con CPAP en el
preoperatorio podrían prescindir de esta terapia después de la CB113.
La pérdida de peso inducida
quirúrgicamente no solo disminuye la gravedad de las apneas del sueño, sino
también la gravedad del SOH. Múltiples estudios han demostrado que esta pérdida
de peso mejora la gasometría arterial, la función hemodinámica y los volúmenes
pulmonares25,
114-117.
Por otro lado, revisiones sistemáticas
muestran que el 20% de los pacientes podrían persistir con AOS moderado a
severo al año de la cirugía68.
Un estudio holandés en 205 pacientes sometidos a bypass gástrico, estableció que
el mayor predictor de falta de remisión de las apneas del sueño fue un IAH
preoperatorio ≥ 30 ev/h (OR 5.7; IC del 95%:
2.4-13.2)113.
Una menor edad e índice de desaturación de oxígeno
(IDO) menor, serían predictivos de mejoría después del bypass gástrico118.
La oportunidad de reevaluar la
continuidad de CPAP ó VMNI mediante un nuevo estudio
de sueño está determinada por; la magnitud de la pérdida de peso, la mejoría de
los síntomas y la reducción de la presión terapéutica de CPAP requerida en los
controles119.
Por otro lado, datos recientes sugieren que alteraciones hormonales podrían
estar asociadas a cambios en el IAH independientemente a la pérdida de peso. Amin y cols., describieron una asociación entre la
disminución de la leptina y aumento de la orexina con una disminución del IAH entre 3 y 5 semanas del
postoperatorio, independientemente de la pérdida de peso120, 121.
Si bien no está claro cuál es el momento
ideal, guías de manejo clínico sugieren que los pacientes con AOS deben
continuar con CPAP o VMNI después de la cirugía durante al menos 3 a 6 meses68, 77, 79. A
partir de la pérdida del 10-15% del peso corporal se deberá considerar la
realización de un nuevo estudio de sueño para determinar la necesidad de
continuar la terapia y/o para el ajuste de parámetros122.
La mejoría sintomática no sería
suficiente para indicar la suspensión del tratamiento de la AOS luego de la CB.
Franceschini y cols., valoraron que la magnitud del
cambio en el IMC y los síntomas de somnolencia (EES) son factores predictivos
de suspensión de CPAP a dos años de la cirugía bariátrica50.
Antes de la decisión final de suspender
la CPAP ó VMNI, se sugiere un estudio de sueño
postoperatorio alejado (PSG o PR)77,
79, 119, 123, 124. Se ha informado que hasta el 50-60% de
los pacientes con AOS no realizan una PSG postoperatoria112, 113, 125.
Además, algunos trabajos alertan que una
elevada proporción de pacientes con CB y disminución de peso no cumplen la
terapia con CPAP a largo plazo126.
Para aumentar la adherencia y adecuar las expectativas del paciente, el
asesoramiento y el seguimiento del tratamiento con CPAP debe comenzar antes de
la CB124, 127.
En caso de AOS persistente pese a un
adecuado descenso de peso, se recomiendan los lineamentos establecidos por las
guías argentinas de diagnóstico y tratamiento39.
Algunos pacientes con CPAP pueden
utilizar tratamientos alternativos de acuerdo a los resultados de la evaluación
en el postoperatorio (dispositivos de avance mandibular, terapia posicional,
etc.).
Conclusiones
La cirugía en individuos con obesidad y
la CB son procedimientos a los que se arriba luego de una evaluación
exhaustiva de la situación clínica y funcional, por lo que es necesaria una
evaluación respiratoria que incluya un examen de la función pulmonar y de los
trastornos respiratorios durante el sueño.
La tarea multidisciplinaria y el
tratamiento de las anormalidades detectadas en un examen sistemático y
ordenado pueden disminuir los riesgos peri-operatorios.
Pacientes con obesidad que requieren
cirugía electiva con anestesia general deben ser evaluados mediante pruebas
objetivas para confirmar o descartar la AOS. Los pacientes obesos con AOS
candidatos quirúrgicos deben estar adecuadamente tratados con CPAP.
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