Revista Americana de Medicina Respiratoria - Volumen 14, Número 3 - Septiembre 2014

Editorial

Calidad de vida después de la ventilación mecánica

Autor : Carlos Bevilacqua

Unidad de Terapia Intensiva. Clínica Modelo de Morón Editor Adjunto. Revista Americana de Medicina Respiratoria

Correspondencia : E-mail: bevilacqua@ramr.org

La Lic. Marina Busico publica un artículo original que explora la evolución de pacientes que permanecieron ventilados durante 24hs o más en unidades de terapia intensiva (UTI), y analiza su sobrevida a los tres meses y al año, así como la calidad de vida remanente, comparándolos finalmente con un grupo etario similar, pero sin historia de internación en UTI.
A los Médicos Intensivistas nos resulta muy atractiva esta observación, aunque en este caso la investigadora se refiera a un grupo pequeño de pacientes, como los mismos autores admiten.
No parece alarmante que solo el 61% de los pacientes (77 en total) sometidos a VM sobrevivieran la internación en UTI, y apenas hubiera 34 pacientes vivos al año. La naturaleza y gravedad de los pacientes lo presagiaba.
Los “encuestas” telefónicas que exploraron la calidad de vida, también mostraron severo deterioro alejado.
Pienso que esta primera “observación”, debiera seguirse de un estudio más amplio sobre un grupo más numeroso de pacientes, toda vez que los resultados aquí exhibidos son demostrativos de una tasa de mortalidad significativa, y de mala calidad de vida de vida alejada de nuestros pacientes, “exitosamente” desvinculados de VM.
La primera reflexión que se nos ocurre como intensivistas es de dimensión bioética, en el sentido del valor que debemos adjudicar al empleo de “soportes” vitales extraordinarios como la VM, en pacientes añosos, que desarrollan numerosos fallos orgánicos, en los que no es difícil intuir sus desenlaces, o la frecuencia de secuelas tras su empleo.
En estos últimos años, los especialistas más veteranos hemos aprendido a reconocer las consecuencias del uso de la VM, habida cuenta de la progresiva complejidad de los pacientes que nos llegan y de las diversas posibilidades de “soporte vital” de que disponemos.
Es por ello que nos hemos visto obligados a prestar especial atención a la profilaxis y el desarrollo de la polineuropatía del paciente crítico. También hemos aprendido por experiencia propia y por profusa bibliografía que esta grave alteración se vincula fuertemente al número y duración de los fallos orgánicos, más que al empleo de relajantes musculares, corticoesteroides, etc.
Esta condición se desarrolla muy rápidamente, pero demanda meses para su recuperación, frecuentemente solo parcial, y en numerosas oportunidades requiriendo de internaciones prolongadas en instituciones especializadas en rehabilitación motora, respiratoria y de la deglución. Seguramente muchas de estas alteraciones persistentes justifican la aparición de mala calidad de vida.
En resumen: una interesante investigación preliminar, inquietante por sus resultados, y que merecería una más ambiciosa “ampliación”.

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Mujer joven con afectación pulmonar bilateral y alteración de la conciencia

Autores:

Churin Lisandro
Ibarrola Manuel

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