Autor : Andrés L. Echazarreta1-2-3
1Ex-Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. 2 Ex-Jefe de Servicio de Neumonología del HIGA y C San Juan de Dios de La Plata. 3Director Médico y Jefe de Servicio de Neumonología del Centro Médico Capital, La Plata.
https://doi.org/10.56538/ramr.JZAM5732
Correspondencia :

El
27 de febrero de 2025 falleció en Barcelona, su querida Barcelona, el Profesor
Dr. Roberto Rodríguez- Roisin. Con solo dos días de
diferencia le siguió su amada esposa Merce. Las
circunstancias quisieron que se acompañaran casi hasta el último instante como
corolario de una relación de cariño y respeto mutuos que perduró durante
décadas.
Para
quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo y de trabajar con él su pérdida
deja un vacío imposible de llenar. El Dr. Rodríguez fue dueño de una
personalidad avasallante y hasta, a veces, controvertida, por su exigencia (y autoexigencia) en pos de la búsqueda de la excelencia
académica y profesional.
“Roro”,
como les gustaba llamarlo a sus conocidos, colegas y amigos, ha sido uno de los
grandes responsables del progreso de los últimos 40 años de la Neumonología Española y Latinoamericana para lo cual tomó
como base el Servicio de Neumología del Hospital Clínico de Barcelona donde
ejerció durante toda su vida.
EL
Dr. Rodríguez-Roisin obtuvo sus títulos de médico
(1970) y doctor (1975), con honores, en la Universidad de Barcelona. Se formó
en Neumología en el Hospital Brompton de Londres
(1973-74). Fue científico visitante en la División de Fisiología de la
Universidad de California, San Diego (1980-1982), bajo la dirección del
profesor John West, experiencia fundamental para el futuro crecimiento
científico y académico de su equipo en Barcelona. Es menester decir que una vez
instalado en su ciudad tuvo en los Dres. Josep Roca y Joan Albert Barberà dos puntales con los que compartió gran parte de
ese desarrollo posterior en el estudio de la vía aérea, vasculatura
pulmonar y periferia (músculo), respectivamente, en pacientes con enfermedades
obstructivas crónicas, pero especialmente en EPOC. Su dominio de la técnica de
inhalación de gases inertes múltiples (TGIM) le permitió investigar la
ventilación/perfusión pulmonares en diversas situaciones.
Su
visión le permitió impulsar un servicio que no solo se ocupara de la atención,
sino también de la investigación clínica y de la docencia de posgrado, de
proyección internacional, algo que hoy parece habitual, pero no lo era en ese
entonces.
Del
resultado de esta construcción decenas de becarios, en su mayor parte
latinoamericanos, tuvimos la oportunidad de acercarnos a la investigación en Neumonología y realizar estudios predoctorales y posdoctorales, con lo que sembró la semilla
de este concepto moderno de nuestra especialidad para que la misma fuese
aplicada en nuestros países. Así, fue uno de los principales promotores de la
creación de ALAT hace más de 35 años donde participaron, y participan, exdiscípulos y allegados a su trabajo. Ese mismo trabajo
que lo llevó a ser elegido con gran mérito presidente de la ERS para el período
1992-93 y ser autor de casi cuatrocientos artículos de investigación original
indexados.
El
Dr. Rodríguez tuvo una vasta participación en foros académicos e
institucionales, que incluyeron la dirección del Servicio de Neumología del
Hospital Clínico de Barcelona, la jefatura del Departamento de Medicina y la
dirección académica de dicho departamento. Además, recibió diversas
distinciones científicas: Premio Extraordinario al Mérito Científico “Josep Trueta”, de la Academia Catalana de Ciencias Médicas
(1992); Premio Extraordinario a la Investigación Biomédica “Severo Ochoa”, de
la Fundación Ferrer (1994); Mención al Mérito Científico y Tecnológico “Narcís Monturiol”, de la Generalitat
de Cataluña (1998); y Mención a la Trayectoria Científica, de la Generalitat de
Cataluña (2001).
En
Argentina tuvimos la oportunidad de recibirlo en incontables oportunidades
invitado por la Asociación de Medicina Respiratoria en algunos de sus eventos
más destacados como el Congreso anual o la Conferencia Internacional de Avances
en EPOC. En todos ellos compartió sus conocimientos de forma solidaria y
desinteresada.
En
lo personal, debo reconocer en él una influencia determinante para mi carrera
como en la de tantos otros colegas. Tuve el honor de representar a los becarios
latinoamericanos con unas palabras en su despedida como Jefe de Servicio y
siempre estuvimos en contacto en el contexto de una relación de respeto y
afecto mutuos. Estimuló todas aquellos perfiles en los
que pudiese ser útil a la especialidad y me enseñó el valor de la palabra, la
rigurosidad en el trabajo y la resiliencia necesaria
para sortear los múltiples escollos que se deben afrontar en la vida científica
y profesional.
Hasta
siempre, Roro.