Autor : Rey, Darío R, Sívori, Martín
https://doi.org/10.56538/ramr.USVH7923
Correspondencia : Darío Rey Correo electrónico: darioraul.rey@gmail.com
RESUMEN
La sarcoidosis es una afección inflamatoria
crónica de origen desconocido, caracterizada por la presencia de
granulomas no caseosos en el órgano comprometido. No existe una
única causa para este padecimiento. La granulomatosis símil
sarcoidosis se puede originar ante infecciones, tratamientos antitumorales y
uso del cigarrillo electrónico. Considerar la posibilidad de su
aparición ante estos escenarios.
Palabras clave: Sarcoidosis, Cigarrillo electrónico, Noxas
SUMMARY
Sarcoidosis is a chronic
inflammatory condition of unknown origin, characterized by the presence of
non-caseating granulomas in the affected organ. There is no single cause for
this condition. Granulomatosis similar to Sarcoidosis can be caused by
infections, antitumor treatments and use of electronic cigarettes. Consider the
possibility of its appearance in these scenarios
Key words: Sarcoidosis, E-Cigarrette, Noxae
Recibido: 15/10/2024
Aceptado: 01/12/2024
La sarcoidosis es una afección inflamatoria
crónica de origen desconocido, caracterizada por la presencia de
granulomas no caseosos en el órgano comprometido, que fuese descrita por
primera vez en 1869 por E. Besnier (1831-1909). Recién fue caracterizada
por A. Bittorf (1876-1940), como un síndrome multiorgánico y fue
a mediados del siglo XX cuando L. Siltzbach (1906-1980) redactó un texto
de 750 páginas sobre esta misteriosa entidad.1
En las últimas décadas, la
aceptación incontrovertible es que no existe una única causa
para este padecimiento. Posiblemente, cualquier antígeno (Ag) en un
individuo propicio puede desencadenar la inflamación granulomatosa
característica, a lo que se añade como riesgo la genética
individual y la exposición a drogas o noxas en el ambiente laboral.2-6
Los tratamientos inmunoterápicos han transformado,
en pacientes con afecciones tumorales, la respuesta terapéutica ya que
son más eficaces y poseen menor toxicidad que los anteriores tratamientos.
El sistema inmunológico puede destruir y atacar los tumores malignos
mediante diversas variedades de inmunomoduladores, como anticuerpos (Ac)
dirigidos, inhibidores de puntos de control inmunológico (check-point)
(ICI), inmunoterapias fundamentadas en células, vacunas y virus
oncolíticos. No obstante, hay que reconocer que la inmunoterapia puede
asociarse a sucesos perniciosos importantes. Estos eventos adversos se
interrelacionan con el sistema inmunológico al armonizar la
inmunoterapia con otros agentes, reactivar enfermedades como la tuberculosis
(TB), presentar desafíos en determinadas poblaciones de pacientes con
trasplantes de órganos sólidos, en aquellos que padecen
enfermedades autoinmunes y desarrollar la granulomatosis símil sarcoidosis
(GSS).2-3
La inflamación granulomatosa no caseosa es
considerada una reacción inmune tipo IV.2-3
Está formada por linfocitos T CD4 activados de manera
aberrante por Ag extraños. Luego de esa interacción se
diferencian a linfocitos T helper (Th1), y secretan interleuquina 2 (IL-2) e
interferón gama (IFN-γ), además de quimioatractores como el
factor de necrosis tumoral α (TNF-α) por los macrófagos.2-4 Se organizan
así clusters o agrupamiento de histiocitos epitelioides y
macrófagos, rodeados por células multinucleadas gigantes y linfocitos
(granulomas no caseosos). Adicionalmente, linfocitos T helper 17 (Th17)
han sido involucrados en la patogenia de la sarcoidosis.2-4
El término “GSS” describe una inflamación
granulomatosa en el contexto de un cáncer o enfermedad autoinmune. La GSS
puede ser confundida con las metástasis, o actividad de la enfermedad
autoinmune debido a la captación en la tomografía con
emisión de positrones (PET) y compromiso de ganglios linfáticos.
Pero generalmente es asintomática y se devela a partir de hallazgos
incidentales en el seguimiento de estas. Desde el punto de vista
anatomopatológico, es indistinguible de la sarcoidosis; incluso algunos
autores han acuñado la sigla DIRSS para las drogas inductoras de
reacciones símil sarcoidosis.9 Puede afectar
uno o múltiples órganos como la piel, pulmón, ganglios
linfáticos, bazo, etc. Su inicio puede no ser concomitante a la
administración de la droga e, incluso, puede manifestarse meses
después de discontinuarla.
En razón tanto de la bibliografía al
alcance, como de las innumerables posibilidades terapéuticas o de
respuesta individual ante un Ag en particular, la revisión
bibliográfica excede al propósito del artículo, por lo que
se decidió componerlo en secciones para su mejor conocimiento,
análisis y comprensión.
GSS Y COVID 19
La COVID 19 es una enfermedad inducida por el virus
SARS-CoV-2. Los pacientes afectados por el padecimiento en general desarrollan
formas leves o moderadas, a no ser que presenten importantes comorbilidades o
se traten de adultos mayores. Este virus ha sido
vinculado por provocar un desorden del sistema inmunológico, lo que
origina respuestas inadecuadas, como exacerbar la inflamación,
así como producir una disfunción multivisceral. Al constituir una nueva afección de reciente aparición,
se continúan confrontando sobre formas clínicas, evolución
y conductas terapéuticas a fin de obtener resultados que permitan
controlar este azote del ser humano.10
La COVID 19 puede presentar dos clases de fenómenos
tipo GSS: inherentes al virus o vinculados con la vacunación. Si bien
ambos son de muy escasa frecuencia, se ha publicado casuística al
respecto para tener en consideración.
Behbahani y col. describieron un caso de neumonía
por COVID 19 que desarrolló múltiples lesiones cutáneas
cuya biopsia reveló una GSS. En otra publicación, el paciente
afectado por COVID 19 desarrolló una GSS con lesiones nodulares y adenopatías
hiliares y, en otra divulgación, aparición de un nódulo
pulmonar GSS en un trasplantado renal. En todos los casos, los pacientes
presentaban comorbilidades graves.11-13
La vacuna contra la COVID 19 no está
exenta de complicaciones, si bien no son muy frecuentes.14-22 Ghazal y col. han descrito
nódulos símil lupus pernio, petequias, púrpuras, exantemas
y fiebre análoga al dengue (considerar que es una afección
viral).14
Numakura y col. relataron el caso de un paciente con una GSS
multiorgánica con localizaciones ocular, pulmonar e hiliar, así
como elevación de la ECA (enzima convertidora de angiotensina),
después de recibir la primera dosis de BNT162b2 (Pfizer/BioNTech).15 Cazzato y cols.
describieron una paciente con GSS peribucal después de
administrársele una segunda dosis de BNT162b2 y en otra publicación
apareció una GSS 3 meses después de la vacunación.16
Rademacher y col. publicaron dos casos de GSS que imitaban un
Síndrome de Löfgren después de una segunda aplicación
de vacuna y acaecidos entre tres y veintiocho días posteriores a esta,
respectivamente.18 Las publicaciones de pacientes
con linfadenopatías axilares unilaterales posvacunación COVID 19
han aumentado y existe una gran proporción en las exploraciones
FDG-PET/TC.19-20 McIntosh y col. han publicado
que la vacunación intensiva contra COVID-19 ha mostrado,
posinmunización, una captación
transitoria de FDG en ganglios axilares, supraclaviculares y cervicales
homolaterales, lo que puede confundir la interpretación en pacientes
con cáncer sometidos a PET/TC con FDG.21
Sugieren realizar el estudio al menos dos semanas
posvacunación en pacientes con tumores cuya interpretación se
predice eventualmente afectada por esta.21
Es inestimable efectuarla cuatro a seis semanas después de
la inmunización, en razón de la inmunogenicidad de las vacunas de
ARNm y el tiempo de resolución potencialmente más largo.21 Por
último, se debe considerar la administración de la vacuna en el
brazo contralateral a un cáncer unilateral para evitar involucrar la
captación de FDG en el lado del tumor.21
Es obligatoria una exhaustiva anamnesis que comprenda el
tipo y momento de vacunación contra la COVID 19 para evitar
explicaciones equívocas de las imágenes. La existencia de un GSS
en ganglios captadores de FDG muestra la necesidad de distinguir entre los
riesgos relacionados con la vacuna y las enfermedades concomitantes
recién diagnosticadas, en presencia de otras regiones ganglionares
hipercaptantes.22
GSS Y NEOPLASIAS
Se presume que las GSS son réplicas
inmunológicas mediada por células T y macrófagos a
marcadores tumorales malignos que provocan la formación de un granuloma
en ganglios linfáticos.23 Estas pueden
ser debidas a etiologías infecciosas como no infecciosas. Cuando se
asocia a tumores malignos se considera una GSS y se excluye el proceso
infeccioso. Estas están referidas principalmente a los linfomas tipo
Hodgkin, pero se pueden observar también en el cáncer de
pulmón de células no pequeñas (NSCLC).23
Con frecuencia, las adenopatías por GSS, incluso en
imágenes de alta resolución, son dificultosas de distinguir de
las malignas. Su diagnóstico diferencial incluye linfomas, tuberculosis
y sarcoidosis; su mayor ventaja diagnóstica se logra mediante la biopsia
linfática.24
Existe una comprensión limitada sobre el curso
natural de la GSS y su incidencia en el pronóstico de malignidad y se
indica que tienen mayor riesgo de ella pacientes con antecedentes de
malignidad. Aunque existe la sugerencia de un mayor riesgo de cáncer en
pacientes con sarcoidosis, en varios estudios los resultados son contradictorios.
Bonifazi y col. efectuaron un metaanálisis sobre dieciséis
estudios que incluyeron veinticinco mil pacientes para definir y ponderar mejor
la asociación entre sarcoidosis y cáncer.25
Demostraron un riesgo significativamente mayor de cáncer
dermatológico, hematológico, aparato digestivo superior,
hígado y tumores de colon y recto.25
El resultado de los autores, insinúa una asociación
moderadamente significativa entre tumores y sarcoidosis.25
Si bien no es frecuente la agrupación entre neoplasias y
GSS, en la bibliografía inspeccionada existen publicaciones de
distintos tumores de la economía y la subsiguiente reacción
sarcoidal.26-33 En un estudio
retrospectivo, multicéntrico y observacional, Murthi y cols.
investigaron 133 pacientes que cumplieron los criterios del estudio al evaluar
incidencia y características clínicas de pacientes con
cáncer y biopsias que contienen GSS.34
Los tumores más frecuentes coligados fueron los de piel
(22,5 %), mama (20,3 %) y ganglios linfáticos (12,8 %).34
El 18 % desarrolló GSS dentro del año del
diagnóstico de cáncer; entre uno y cinco años, el 40,6 %;
y, a posteriori, el 36,8 %.34 La
conclusión de los autores es que la GSS es un hallazgo patológico
poco común en pacientes con cáncer y existe una asociación
significativa entre una mayor supervivencia, la presencia de granulomas y la
disminución de las metástasis.34
Esta misma observación fue efectuada por Pastré y
cols. quiénes compararon 38 pacientes portadores de GSS confirmados mediante
biopsia y un grupo control con sarcoidosis sistémica.35
El estudio reveló compromiso torácico en todos los
casos, habitualmente asintomáticos, con menos progresión
lesional, y una evolución significativamente más benigna. Estas
conclusiones podrían alegar verdaderas discrepancias en la fisiopatología,
no señaladas todavía.35
No obstante, Huh y cols., durante el seguimiento de la
GSS relacionada con el cáncer en una cohorte de menor cuantía, no
encontraron evidencias de sarcoidosis sistémica. En su mayoría,
las lesiones disminuyeron o no se modificaron y el desarrollo de GSS no se
asoció con la sobrevida general o la supervivencia libre de enfermedad
en pacientes con NSCLC.36
GSS Y CIGARRILLO ELECTRÓNICO
El uso universal del cigarrillo electrónico (o vapeo),
no está exento de que produzca lesiones en el parénquima
pulmonar.37 Esta
patología incluye un amplio espectro: desde el «vidrio esmerilado»,
ostensible en los estudios radiológicos, hasta un síndrome
respiratorio agudo del adulto (distress), que puede ocasionar su
internación en una unidad de terapia intensiva. Ello ha motivado tanto
una publicación de la American Thoracic Society como revisiones de
Werner, Marrocco y cols. que incluyó hasta enero de 2020, 2258 casos
hospitalizados con sesenta decesos por vapeo.37-39
La aparición de una GSS pacientes que usan el
dispositivo de vapeo, es de excepción. En 1999, Dicpinigaitis y cols.
publicaron una observación de un adicto consuetudinario al crack,
con disnea progresiva y cuyo completo examen, reveló opacidades
pulmonares intersticiales bilaterales, adenopatía hiliar,
captación difusa pulmonar de Ga 67 y actividad de la enzima
convertidora de angiotensina (ECA), intensamente elevada. La biopsia de pulmón
mostró infiltrado intersticial y perivascular de histiocitos que contenía
material refringente posiblemente inhalado junto con la droga. Los ganglios
linfáticos paratraqueales dilatados y reactivos, contenían
similar material refringente. Los granulomas no necrosantes
característicos de la sarcoidosis estaban ausentes en el tejido pulmonar.
Refirieron que no se ha descrito anteriormente la asociación de
inhalación crónica de crack con este grupo de hallazgos
clínicos, típico de sarcoidosis.40
En la bibliografía al alcance, la única
publicación manifiesta corresponde a Soybel y cols. en la que una
paciente presentó una remisión y recidiva de la GSS al suspender
y reiniciar el vapeo.41 Morris y
cols. han vinculado exacerbaciones de la sarcoidosis sistémica con una
posible exposición causal sin coexistencia de desarrollar la enfermedad
en sí.42
GSS Y DROGAS
Debido a la incidencia de la GSS asociada a drogas (GSSD)
se la clasifica generalmente en cuatro categorías: drogas
antirretrovirales de alta actividad (HAART), interferones, ICI y antagonistas
TNF-α.43,
44 Sin
embargo, existen otros fármacos anticuerpos monoclonales (AcM) que
pueden producir GSSD, como los inhibidores BRAF/MEK u otros.44
En la revisión de la Organización Mundial de Salud
se encontraron 55 drogas consideradas potencialmente inductoras de GSS de las
cuales, el 45,4 % no estaban descriptas.44
Típicamente mejora o se resuelve luego de la
suspensión de la droga sospechada.43
De manera similar a la sarcoidosis, la GSSD no necesariamente
requiere tratamiento: puede ser asintomática, no afectar la calidad de
vida, ni generar disfunción orgánica. Cuando no es así, se
la debe tratar con regímenes similares a la sarcoidosis. Sin embargo, la
droga maliciada solo se debe suspender si ello es útil. Por ejemplo, en
el tratamiento de un melanoma, se deben mantener los inhibidores BRAF/MEK en
caso de desarrollar GSS y agregar terapia antigranulomatosa.43
Se analizará a continuación cada uno de los
principales grupos farmacológicos implicados en la aparición de
GSSD.
GSSD POR ANTIRRETROVIRALES
El HAART es utilizado para tratar el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) que deprime la población de linfocitos T
CD4.45 La
disminución de linfocitos T CD4 en pacientes VIH genera remisión
en pacientes con sarcoidosis preexistente.46
Por el contrario, en pacientes VIH-positivos tratados con HAART,
los CD4 aumentan a valores por encima de 150-200 células/uL, que puede
desarrollar una GSS indistinguible de la sarcoidosis como parte de un
síndrome inmunológico de reconstitución.43, 46 También los HAART pueden agravar una
sarcoidosis previa.46-48 Varias drogas
administradas en el HAART están asociadas a GSS, por lo que no es un
efecto específico de una droga.43
Aunque no siempre, puede aparecer entre nueve y veinte meses
luego del inicio del HAART.43,
47 Lebrun
y col. comunicaron un estudio de una cohorte nacional de 18 431 pacientes VIH
y encontraron una alta incidencia de sarcoidosis 141/100 000.49
De ellos, el 11 % fueron diagnosticados antes de la
infección de VIH y el 84 % luego del diagnóstico durante el
adecuado control virológico. El intervalo entre el diagnóstico de
VIH y sarcoidosis fue de 11,6 (7,5) años.49
Esto indicaría que algunos casos podrían estar
relacionados con las drogas, pero otros no estarían conectados a la
reconstitución inmunológica debido al inicio temprano del
tratamiento y podrían ser verdaderas sarcoidosis.
GGSD POR INTERFERONES
El interferón es una citoquina constituida por
tres subtipos primordiales. El interferón 1 (α y β) se
ensambla al recipiente de interferón α, en tanto que el
interferón tipo 2 se liga a su único receptor.50, 51 Ambas clases, incitan los mecanismos antitumorales
y antivirales en el huésped, lo que acrecienta la acción del p53.50, 51 En
razón de su propiedad para aumentar la respuesta inmunológica, el
interferón es usado para el tratamiento de virosis, como las hepatitis
B, C, la papilomatosis, y cánceres, como linfomas, leucemias, melanomas
y el sarcoma de Kaposi.50,
51 El
interferón γ, producido por los linfocitos T como réplica a
un estímulo antigénico, actúa únicamente como
inmunomodulador.50,
51
Los efectos adversos imputados a estos agentes son
variados y múltiples. Las reacciones adversas más comunes
incluyen leucopenia o plaquetopenia, insomnio, alopecia, exantemas
dermatológicos, síndrome símil influenza,
depresión, nefropatías y desequilibrio de la función
tiroidea.52, 53
Es probable que el tratamiento con interferón
produzca la aparición de GSS. En 1993, Blum y col. publicaron la primera
observación de una GSS provocada por esta citoquina.54
Desde entonces, se informó
sobre observaciones de GSS con compromisos cutáneo o pulmonar, incluso alguna
tan excepcional como estar localizada en la región lacrimal durante un
tratamiento antiviral por hepatitis C.55, 56
En la bibliografía consultada, los
casos reportados de GSS por
interferón están
vinculados con terapéuticas antivirósicas por hepatitis C.54-59
GSSD POR ANTICUERPOS MONOCLONALES
Para revisar este tema, se agrupan a los AcM
en tres categorías con objeto de tratar esencialmente enfermedades
neoplásicas, como los ICI (inhibidores del receptor de muerte
programada-1 [PD-1] e inhibidores de BRAF y MEK), y reumatológicas
(inhibidores de TNF-α).43, 44
a.- Inhibidores de punto del control inmunológicos
(ICI)
Los ICI son novedosos agentes que bloquean
los receptores inhibidores del sistema inmunológico, lo que comprende la
muerte programada 1 (PD-1) y su ligando (PDL-1), así como el
antígeno 4 asociado a linfocitos T citotóxicos (CTLA-4).60
El mecanismo de acción propuesto es que los AcM bloquean
los receptores PD-1 y CTLA-4, localizados en la membrana de los linfocitos T,
lo quer aumenta la respuesta T contra las células tumorales. El uso de
ICI disminuye PD-1, aumenta la proliferación de linfocitos y
liberación de IFN-γ, y genera granulomas.60
Es aprobada su indicación en algunos
cánceres sólidos avanzados (melanomas y NSLCC como segunda
línea si no tienen mutaciones para EGFR, ALK, ROS-1) y
hematológicos (linfoma Hodgkin).61-64 Se están estudiando en
fase II y III para otros tumores (esófago, hepatocarcinoma, mama).62-64
Comparada con la quimioterapia tradicional, la inmunoterapia ha
revolucionado el tratamiento del cáncer por su mejor perfil de
seguridad y eficacia alcanzada. Los eventos adversos se han visto con
ipilimumab y nivolumab en combinación, pero también con otros ICI
como pembrolizumab, sintilimab, avelumab, atezolizumab y durvalumab.65-75
Según Gkiozos y cols, la GSS acaecida con la terapia
mediante ICI, apareció en un término medio de catorce
días.62 La rápida
evolución del rol de la terapia con ICI en el tratamiento de tumores
avanzados hace que se notifiquen y publiquen, cada vez con más
frecuencia, episodios desfavorables relacionados con el sistema
inmunológico. En un exhaustivo artículo de Gosangi y cols.,
enumeraron todas las posibilidades a que pueden dar lugar en el organismo, el
uso de los ICI.63 En la publicación de
Nishino y cols, describieron la GSS como un fenómeno diferente de evento
adverso, presentes entre un 5 % y un 7 % de los pacientes, con una
clínica, radiología e histología específicas. Los
pacientes medicados con ICI, presentaron GSS con linfadenitis hiliar bilateral
o nódulos pulmonares y cuya histología demostró granulomas
no necrosantes e inexistencia de células tumorales. Sin usar ninguna
terapia específica para ello, el uso de los ICI llevó a la
resolución espontánea de estos hallazgos y el reconocimiento de
la GSS como un episodio desfavorable en el tratamiento con ICI
contribuirá a perfeccionarlos.64
b. Inhibidores de BRAF y MEK
También se han reportado reacciones de
GSS en pacientes con melanoma que presentan la mutación en el
protooncogén B-raf (BRAF) (50 % de los casos) y que, en los
últimos años, fueron tratados con inhibidores del BRAF y de la
proteinquina mitógeno activada extracelular (MEK).76-78 La bibliografía
comunica lesiones dermatológicas, oculares, ganglios linfáticos y
en pulmón; menos comúnmente en riñón,
corazón y sistema nervioso central (SNC).76-78 Los inhibidores de BRAF incluyen
vemurafenib, dabrafenib, encorafenib y trametinib.76-79
El mecanismo de acción sugerido es que
el gen BRAF codifica a una proteína que forma parte de la vía de
las proteinquinasas activadas por mitógenos (MAPK) y juega un papel
terminante en la regulación del crecimiento y sobrevida celular.76
La activación de mutaciones al gen BRAF genera una
activación continua de la cascada MAPK (que incluye la MEK) y
desencadena la reproducción citológica continuada y su
mutación cancerosa. Los pacientes tratados con inhibidores de BRAF han
aumentado los niveles séricos de TNF-α e INF-γ que
promovería la formación del granuloma.76 Se ha observado adicionalmente
leucopenia que podría deberse al reclutamiento de los linfocitos T CD4+
en los órganos afectados por el melanoma como respuesta inmune a los
antígenos del tumor estimulados por los inhibidores del BRAF.76
Accesoriamente, los inhibidores del BRAF y MEK se han asociado a
efectos inmunomodulatorios en el microambiente tumoral, incrementando la
expresión de Ag del melanoma y el aumento de los linfocitos T CD8+,
así como la mengua de citoquinas inmunosupresivas (IL-6 e IL-8) y
aumento de linfocitos T citotóxico.76
Se debe distinguir la GSS provocada por
drogas de la relacionada con el melanoma. La prevalencia de GSS en 1199
pacientes antes de la introducción de la terapia dirigida (target)
era del 0,42 %. Beutler y Cohen solo identificaron diecisiete casos de SGG en
pacientes con melanoma.77 La
asociada al melanoma comúnmente es adyacente al tumor primario, su
avenamiento linfático, cercanos o son metástasis. Es infrecuente
el compromiso no regional. La inmunohistoquímica ayuda al
diagnóstico adecuado pues los granulomas relacionados con el melanoma
contienen linfocitos B, pero no histiocitos.76 El desarrollo promedio de las
lesiones de GSS luego de iniciado el tratamiento es de nueve meses (rango
1-21). Ante su aparición, no se debe suspender la terapia.76
c. Inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa
(TNF-α)
De las tres drogas inhibidoras del TNF-α,
el etanercept es un antagonista soluble del receptor y 2 son AcM (adalimumab e
infliximab).80 Las tres drogas se
han reportado como generadoras de reacciones GSS.80 Hasta 2005, Wallis y col.
habían reportado 37 casos: 22 con etanercept (59,5 %), 10 con infliximab
(27,0 %) y 5 con adalimumab (13,5 %).80-83 Ello sugeriría que el
antagonista del receptor tendría mayor riesgo que los AcM de producir
reacciones GSS.80 El mecanismo de acción
formulado es debido a que el TNF-α es producido por células inflamatorias,
como los macrófagos, por lo cual resultaría lógico
bloquear su producción para evitar una reacción inflamatoria.80
De allí, su uso en las artritis reumatoidea y
psoriásica. Sin embargo, se han reportado casos de reacciones GSS luego
de iniciada la terapia anti-TNF-α y su mejoría con la
interrupción. Un mecanismo potencial sería que las terapias
anti-TNF-α modulan la respuesta a las citoquinas CD4+ Th1, fundamentales
en la patogenia de la sarcoidosis.80 Las células T CD4+
interactúan con el Ag presentado a las células iniciando y
manteniendo la formación de granulomas y, de ese modo, diferenciando a
células selectivas Th1 que sintetizan IFN-γ e IL-2.80 Esa sobreproducción de
IFN-γ podría probar la formación de granulomas en etapas
agudas (etanercept).80, 84 En estado inflamatorio
crónico se sintetizan las citoquinas TNF-α, IL-12 e IL-18, las que
son fundamentales en la función de las células Th1 en el
granuloma. Así, bloquear la síntesis de TNFα, tendría
una razón terapéutica en sarcoidosis.80,
84 El
infliximab incrementa la lisis de células CD4 y CD8, ya que reduce la
expresión de IFN-γ.80 Además, se diferencian
en que el etanercept preserva la función de la proteína del
receptor p75- TNF-α, pero persisten algunas funciones del TNF-α. En
cambio, el infliximab impide completamente no solo a la proteína p75,
sino a la p-55 también del receptor TNF-α.80,
84 El
adalimumab también ha sido reportado como generador de lesiones SGG en
pacientes con artritis psoriásica e, incluso, con sarcoidosis pulmonar
como efecto paradojal y también en el SNC.85,
86
d. Otros anticuerpos monoclonales
Otros AcM se describieron como generadores de
reacciones GSS en la piel y el riñon, como rituximab en dos pacientes
con linfoma.87, 88 El rituximab se une a los linfocitos
CD-20+, lo que evita la transformación de prelinfocitos a plasmoblastos
y genera una completa depleción a las tres semanas de la
infusión. Cuatro a seis meses después, se restablece la
población de linfocitos B periféricos aun a niveles superiores al
inicio del tratamiento.87, 88
También se han publicado casos de
pacientes con reacciones GSS con daclizumab, un anti-CD25 en pacientes con
esclerosis múltiple y lesiones especialmente en el pulmón y la
piel.89
El tocilizumab, un anti-IL-6, ha sido reportado en un paciente
con arteritis de células gigantes capaz de generar reacciones en el
pulmón y el hígado.90 En conclusión, el
ustekinumab, un anti-IL 12/23, ha sido comunicado al producir, en un paciente
con artritis psoriásica, reacciones GSS con adenomegalias mediastinales
y compromiso pulmonar.91
En síntesis:
1. La sarcoidosis es un síndrome plurivisceral que
se desarrolla ante varias etiologías, muchas de ellas desconocidas.
2. La GSS se puede producir ante infecciones,
tratamientos antitumorales y uso del cigarrillo electrónico.
3. Debe considerarse la posibilidad de su
aparición frente a estas situaciones.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no tienen conflicto de intereses
relacionados al artículo.
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